Raíz.

Indómita reunión, indómito colectivo, indómitos proyectos, indómitas sensaciones. Indómita mi mente que no consigue hoy ponerse al frente de esta crónica. Indómitas formas, indómita lluvia. No todo lo indómito se transforma en maldito, quizás la lluvia.
La profundidad siempre puede sorprender. Me acerco a la tierra y cavo alrededor de una planta. Recorro su raíz yendo hacia abajo. Después de un tiempo pienso hasta dónde me llevará la búsqueda. No pienso más y la tierra me rodea. La profundidad suele ser subestimada.
Sebastián sacudió la reunión, sacudió el colectivo desde dentro. Pareció ocurrir sorpresa, pareció que no podía estar ocurriendo. La identidad colectiva (indómita, claro) parecía teñir todo de un consenso inexistente y silencioso. Una lista de palabras inalterables que, evidentemente, escondían otras. Nos vamos dando cuenta, la raíz es cada vez más profunda y, así, cada vez más oscura. vamos viendo, el silencio no hace más que llenar un balde. Saber, o intuir, cómo congeniar pensamiento y palabra es importante. Llevar eso a la práctica, en el lugar adecuado, es indispensable. sólo pienso que en nuestro caso la analogía con los vegetales y sus raíces no es de nuestro talle, que más que de raíz debemos hablar de base, que crecer hacia ambos lados del nivel cero es perder esfuerzos, que, siendo producto de esta urbanidad que llevamos en la piel, no somos una planta sino una construcción (en el sentido más concreto de la palabra: cimientos sólidos y hacia arriba o a lo ancho)

Siendo más otra vez, siendo diez, número redondo roto por el aire: nora es tácita hoy. Enumero sin recorrido: la página de Internet, desatada conclusión mediante, está bastante cerca, hay el dato de un hosting (cosa virtual que es cómo la "casa" de un "sitio" ¿?) que cuesta $35 por año y que puede contenernos (10 habitaciones, living comedor, patio y terraza). Los cursos del rojas y los datos que faltaban. Horarios: viernes de 17 a 20, sábados de 10 a 13 y de 14 a 17. la mecánica de la inscripción: cada formulario que nos llegue de Internet se lo enviamos al cec y ellos se ocupan del resto. El costo: $60.-

El nuevo espacio de reunión nos espera y viceversa. Las reuniones forman ya una tríada, indómita también, pero no maldita: organizativas / cachos + lectura de textos y presentación de autores / investigación histórica local.

La noche, claro, después.
Algo nos pondrá a flotar alguna vez.

(Andrés Macera)